Debes saber...

Cómo elegir un buen ortodoncista?

Cuando una persona tiene un problema bucodental y necesita un tratamiento de ortodoncia, lo primero que tiene que pensar es que, si se hace correctamente, puede que con realizar este tratamiento una vez sea suficiente (en ocasiones, los tratamientos de ortodoncia se realizan en dos fase, no nos referimos a esos casos).

Para buscar un ortodoncista, algunas personas acudirán a la clínica donde ya son pacientes o la más cercana, otras pedirán recomendación a familiares y amigos, y otras recurrirán al buscador de Google. Es probable que estos últimos encuentren un anuncio que les llame la atención y acaben acudiendo a esa clínica creyendo que han encontrado un “chollo”.

No es oro todo lo que reluce y normalmente en el ámbito sanitario, los chollos no existen. La bajada tan significativa en el precio del tratamiento se puede deber a: fases o materiales no incluidos en el presupuesto inicial pero necesarios para completarlo; prescindir de algunos materiales claves para el éxito del tratamiento; que los profesionales no inviertan el tiempo necesario en cada paciente ni en la planificación de cada tratamiento; y en el peor de los casos, que ocurra todo lo mencionado.

En base a esto, te dejamos los seis puntos que consideramos esenciales a la hora de elegir ortodoncista:

La formación del profesional:

La especialización en ortodoncia del profesional es FUNDAMENTAL. Poner la salud de nuestra boca (y la de nuestros hijos) en manos de profesionales sin los conocimientos y experiencia adecuada puede tener consecuencias muy graves, que en el mejor de los casos se resolverá volviendo a realizar el tratamiento (con el consecuente doble gasto que supondrá). Estos son los claros ejemplos de que “lo barato sale caro”. En España, aún no es obligatorio tener la formación y título de ortodoncista para realizar tratamientos de ortodoncia y el motivo es meramente burocrático. Por esto (y muchos otros motivos), es primordial que el profesional que vaya a realizar el tratamiento de ortodoncia tenga la formación reglada de ortodoncista con el máster de la especialidad, universitario (y no de centros asociados) de 3 años de duración.

Por otro lado, que el ortodoncista esté en constante formación es un plus que debes valorar mucho. Será capaz de resolver tu caso de una forma más actualizada con mecanismos y aparatos novedosos.

El equipo de trabajo:

La formación y la experiencia del resto de profesionales de la clínica es también muy importante, ya que en muchas ocasiones se necesitan tratamientos adicionales o complementarios a la ortodoncia (implantes, cirugías, periodoncia, endodoncia, etc.), necesarios para poder conseguir un buen resultado.

Instalaciones, maquinaria y materiales:

Todo debe ser de alta calidad y con la última tecnología. El proceso de fabricación de un brackets, por ejemplo, es muy laborioso. Requiere precisión, muchas pruebas e inversión para obtener un producto fiable con un margen de error tan pequeño que podamos decir que hay brackets exactamente idénticos. La realidad es bien distinta, ya que cada bracket o alineador es único y personal.

El tiempo que te va a dedicar el ortodoncista:

La primera pregunta que deberías hacer a tu ortodoncista después de la primera visita es ¿cuándo me explicas mi diagnóstico y mi plan de tratamiento? Si la respuesta es “ya y el inicio lo hacemos en la siguiente cita” desconfía. No se está sentando a evaluar todos los registros que necesitamos para elaborar diferentes opciones (el necesario plan B) de tu tratamiento, la mecánica, aparatos auxiliares que podrían necesitarse… son muchos aspectos a tener en cuenta y muchos efectos secundarios que hay que valorar para que se decida de forma rápida. También, es importante la duración de las citas. Las revisiones del tratamiento de ortodoncia no pueden durar 10-15 minutos.

Estabilidad del puesto de trabajo:

Este es un tema del que uno no debería preocuparse realmente, pero en las circunstancias en las que se encuentra la profesión últimamente, merece tener en cuenta. Mientras el mismo ortodoncista inicie y termine el tratamiento, tu caso no debería sufrir demasiadas alteraciones, pero si a mitad de tratamiento hay cambios en el ortodoncista, es muy probable que tengas algún que otro problema (retraso del tratamiento, resultado final diferente, etc. ) Las cadenas de clínicas dentales suelen tener un alto porcentaje de rotación de profesionales y esto es directamente proporcional al daño que sufre el paciente por alteraciones en sus planes de tratamiento. Elige siempre una clínica con nombres y apellidos, en donde haya una persona detrás y que tenga la responsabilidad de tu tratamiento.

Conexión emocional y confianza:

Es un tema que no se suele tener mucho en cuenta a la hora de elegir un profesional sanitario pero que nosotros consideramos importante. Los tratamientos de ortodoncia tienen una duración aproximada de dos años por lo que se valora positivamente acudir a un sitio en donde te encuentres cómodo con la gente durante todo ese tiempo. Esta conexión no es tan necesaria en tratamientos en los que en 2-3 visitas se soluciona el problema, pero en tratamientos de ortodoncia este factor cobra mayor relevancia, porque a nadie le gusta ir durante 2 años a un sitio donde no se siente a gusto. Por esto, tenemos que buscar a ese profesional que empatice con nosotros, que nos comprenda, que entienda lo que queremos conseguir y nos ayude durante el proceso.

Esperamos haberte ayudado a decidirte o al menos a entender qué puntos son importantes a la hora de decidir dónde realizar tu tratamiento de ortodoncia. Recuerda que debes elegir un ortodoncista, no un tipo de ortodoncia. Es fundamental que busques un profesional cualificado que analice y estudie correctamente tu caso, te dé un buen diagnóstico y las diferentes opciones de tratamientos para conseguir los mejores resultados.