Por un lado, los cuidados en casa, donde hay que cepillarse los dientes tres veces al día un mínimo de 2 minutos cada vez y pasar el hilo dental entre todos los dientes de una manera correcta. Y por otro los cuidados por parte del Odontólogo, que consiste en hacerse revisiones cada seis meses, de forma que tengamos controlado el estado de los dientes y la boca en general, pudiendo prevenir posibles patologías.
Con los avances existentes en el campo de la odontología, bien sea por medio de la cirugía oral, la ortodoncia, los blanqueamientos, las prótesis dentales o los implantes, podemos tener la sonrisa que deseemos.
Se debe llevar al bebé al odontopediatra al cumplir el año para que los padres conozcan las medidas que deben tomar para evitar la aparición de caries y otras enfermedades orales. Hace años, la recomendación era realizar la primera revisión alrededor de los tres años, cuando la dentadura de leche, compuesta por 20 dientes, estuviera completa. Sin embargo, la alta presencia de caries en los preescolares y la aparición en niños menores de 3 años de otros problemas relacionados con la primera dentición han forzado a los especialistas a cambiar la recomendación a los 12 meses, para poder establecer medidas preventivas. Tras la primera revisión, los controles se deben realizar, si todo va bien, una vez al año.
Lo ideal en un principio es que los padres le limpien la boca al niño con una gasa todos los días durante los primeros meses. Con la aparición de las primeras piezas dentales el cepillado debe ser realizado por los padres de manera cuidadosa con un cepillo blando sin usar pasta dentífrica. A partir de los 3 años los niños deben empezar a cepillarse los dientes por si solos con un poco de pasta dentífrica, siempre bajo la supervisión de los padres, así hasta los 8-10 años donde la responsabilidad pasará a ser del niño.
Aumento de labios, Surco nasogeniano, Línea de marioneta e Hidratación de labios.
El hialurónico que usamos en nuestra clínica es de la marca Juvederm.
La duración del tratamiento dependerá del tipo de hialurónico que apliquemos, siendo de término medio entre 9 y 18 meses.
Revisamos los tratamientos a los 10-15 días de haberse realizado, ya que es en ese tiempo, en el que podemos realizar correcciones sutiles para la perfecta apariencia que demandan nuestros pacientes.
No tiene ningún efecto, salvo ligeras molestias o pequeña inflamación en la zona tras la aplicación del tratamiento, es muy leve y pasa rápidamente. Recomendamos un tratamiento antinflamatorio durante una semana.
Se realiza con anestesia local, esto permite que la sensación de incomodidad se reduzca al mínimo.
Sí, puede realizarse los distintos tratamiento que ofrecemos el mismo día.
Sólo ácido hialurónico.
No están descritas las reacciones alérgicas, es un producto natural que el propio cuerpo ya posee.
El tratamiento de ortodoncia sirve para hacer que los dientes que están en mala posición en la arcada dentaria, recobren la función masticatoria y su posición natural y estética.
No se puede decir que haya una edad establecida para iniciar los tratamientos de ortodoncia. Lo ideal es que el paciente acuda a sus revisiones de forma que el odontólogo pueda identificar los casos de malposiciones, pudiendo así establecer el tratamiento ortodóncico adecuado en caso de ser necesario.
Hoy en día los tratamientos de ortodoncia no tienen edad. Gracias a las nuevas técnicas la ortodoncia se puede aplicar cuando se necesite.
Existen tipos de ortodoncias que se denominan Ortodoncias Invisibles, que permiten obtener los mismos resultados que una ortodoncia convencional, sin que el paciente necesite utilizar los brackets metálicos.
La caries dental, seguida de la gingivitis (inflación de las encías) y problemas de oclusión. Las dos primeras se pueden solucionar con una buena higiene oral desde pequeños y revisiones periódicas en el dentista, y la tercera pasa por evaluar la posibilidad de realizar o no un tratamiento ortodóncico adecuado.
Para algunos pacientes, escoger el cepillo de dientes ideal puede llegar a ser un verdadero desafío. La verdad, elegir entre un cepillo eléctrico o manual depende en gran medida de las necesidades y comodidades individuales. Sin embargo, existen una serie de ventajas en ambos casos que pueden determinar la elección:
Cepillos manuales:
Cepillos eléctricos:
Lo recomendable es cambiar el cepillo de dientes cada tres meses o, si las cerdas ya no son rectas y firmes, antes de la fecha. Al reemplazar el cepillo de dientes, el paciente debe asegurarse de haber escogido el recomendado por su dentista. En el caso de los niños, es importante tener en cuenta que debe utilizarse un cepillo de cerdas blandas.
En muchas ocasiones, los pacientes tienen dudas acerca de las radiografías que se realizan en la consulta dental. La verdad, no es nada extraño, puesto que una excesiva radiación puede dañar los tejidos y las células del cuerpo y, a veces, hasta puede conducir al desarrollo de cáncer. Sin embargo, las radiografías dentales se realizan con una minuciosidad excepcional y, cuando se llevan a cabo, el paciente está expuesto solamente a una pequeña cantidad de radiación.
Debes tratar de ver a tu ortodoncista lo antes posible, pero si hay mucha molestia y el bracket queda girando o dando vueltas en el arco, puedes retirarlo con una pinza de depilar y guardarlo en una cajita o cualquier lugar seguro para llevarlo al ortodoncista para que pueda volver a colocarlo.
El tratamiento genera una leve de molestia pero solo en las primeras etapas que es cuando se empiezan a mover los dientes, luego son solo ajustes que incomodan durante la consulta y luego desaparecen. También es muy común que aparezcan pequeñas aftas o ampollas especialmente en la zona interna de los labios, pero esto puede contrarrestarse con cremas o geles recetados por el odontólogo.
El control del tratamiento se realiza aproximadamente cada 30 días, no pudiendo ser más seguidas las consultas debido a que los tejidos dentarios tienen un tiempo biológico que hay respetar para poder generar el movimiento deseado en cada diente, sin lesionar ninguna estructura ni tampoco evitar su movimiento por querer realizar más fuerza de la debida o apurar los tiempos.
Trata de ver lo antes posible a tu ortodoncista para que lo acomode. De no ser esto posible ve a una guardia odontológica para que lo doblen o lo corten. Nunca trates de cortarlo tú mismo porque puedes romper el resto de la aparatología o desprender algún bracket. Si el alambre queda suelto y lastima, puedes cubrirlo con cera de ortodoncia hasta llegar a la visita con el ortodoncista.
Sí, siempre y cuando el paciente use el retenedor (que es lo que se coloca una vez finalizado el tratamiento). De no ser así lo más probable es que haya una recesión, es decir, que los dientes vuelven a su posición original.
Sí. Puedes comer lo que quieras pero debes tener cuidado puntualmente con las comidas duras y/o pegajosas. No puedes usar los dientes para desgarrar o morder la comida, tienes que cortarla y llevarla a la boca. Tampoco es recomendable masticar golosinas (goma de mascar, caramelos, golosinas, etc.) porque pueden adherirse a los brackets y despegarlos.
Sí. Las radiografías son de suma importancia antes de comenzar el tratamiento porque con ellas vemos si hay dientes retenidos (dentro del hueso), supernumerarios (dientes que están de mas), o falta de piezas dentarias (que por lo tanto nunca las vas a ver en boca porque no van a salir). También se pueden observar fracturas de dientes o huesos, infecciones y la posición de las muelas de juicio.
Generalmente la ortodoncia se realiza cuando ya están en boca todas las piezas permanentes, esto es alrededor de los 11-12 años, lo cual no quiere decir que haya casos donde se comience antes con algún tipo de aparatología preventiva o bien con ortopedia (aparatología removible, que como bien dijimos antes se utiliza en niños y acompaña el crecimiento).
No siempre se realizan extracciones para este tipo de tratamiento, esto depende del lugar que falte para alinear los dientes y de cada caso en particular. De determinar que son necesarias extracciones esto se hablará con tu ortodoncista y se decidirá lo mejor para el caso.
Si la movilidad es leve y está controlada puedes realizar el tratamiento, por el contrario si la movilidad es mucha lo más recomendable es no realizar ortodoncia porque dicha movilidad puede verse agravada con el tratamiento.
Existen en el mercado cepillos especiales para ortodoncia que puedes utilizar, como así también cepillos interdentales (para cepillarse entre el alambre y los brackets). A esto se suman colutorios (para realizar buches y ayudar a combatir la placa bacteriana).
No, el tratamiento de ortodoncia no provoca caries, ni manchas en los dientes, como así tampoco los debilita. Si el paciente durante el tratamiento no realiza una correcta higiene se pueden generar caries, sobretodo alrededor de los brackets, solo por presencia de placa bacteriana.
Generalmente son tratamientos de 1 año y medio a 2 años, esto depende de cada caso en particular y de la cooperación del paciente. El tiempo de tratamiento también depende de la modificación de los tejidos que acompañan la nueva posición de los dientes.
Sí, existen sistemas con alineadores que corrigen los dientes de la misma manera que con brackets. Además, se encuentran otros aparatos llamados removibles, pero con ellos se trabaja sobre el crecimiento de los maxilares y se usan particularmente en niños pues todavía no han terminado su desarrollo.
Sí, realmente no hay ningún inconveniente, y es un momento ideal para hacer movimientos de ortodoncia ya que debido a todos los cambios hormonales el organismo está más flexible y por ese motivo los tejidos de la boca ceden mejor y el movimiento dentario se realiza más rápido.
No trae ningún riesgo para el bebe en formación ni para la paciente embarazada ya que no es necesario utilizar anestesia ni tampoco medicación antibiótica. Es posible administrar analgésicos locales que pueden ser ingeridos por la paciente embarazada sin riesgo y en caso de presentarse molestias dentales ante la ortodoncia.
Durante el tratamiento ortodóntico puede suceder que se generen roces en la parte interna de los labios, que algún alambre o ligadura se salga de lugar y nos genere esas molestias que terminan causando lesiones dolorosas en la mucosa. Estas urgencias son poco frecuentes y en caso de que sucedan se aconseja consultar a su Ortodoncista lo antes posible.
Aquí te dejamos unos consejos útiles para salir del apuro:
A. ¿Qué hacer cuando el alambre que va dentro del tubo se sale y pincha?
Es muy sencillo y si puedes recolocarlo con una pincita dentro del hueco del tubo. Si nos queda un extremo sobresaliente de alambre son muy útiles las ceras o siliconas para ortodoncia las cuales evitaran que termine por lesionarse la mucosa por el continuo roce.
B. Se me corto el arco y el alambre me lastima:
En estos casos lo recomendable es ir lo antes posible a su ortodoncista para cortar el alambre. Para evitar lesiones en los tejidos blandos, colocar un trozo de cera o silicona. En el tejido que se lesionó o donde tengo alguna molestia puedo colocar un gel para aliviar el dolor y ardor con algún antiséptico y aloe vera que nos ayude a cicatrizar la zona y evite que se infecte.
C. Suele ocurrir que los extremos de las ligaduras que envuelven a cada bracket queden expuestos hacia las mucosas, ¿qué hacer cuando esto genera molestias?
Una forma muy sencilla de solucionarlo es mediante la utilización de un lápiz con goma. Realizamos una leve presión sobre el extremo de ligadura expuesta e intentamos reubicarla de manera tal que no nos moleste.
Insistimos en que estas maniobras deben ser realizadas por un profesional pero estos consejos pueden ser útiles en caso de urgencias simples las cuales podemos solucionar momentáneamente hasta la visita a nuestro ortodoncista.
Es un dispositivo que se coloca sobre los dientes para protegerlos contra golpes en el rostro o la cabeza. Los protectores son un elemento de importancia y forman parte del equipamiento deportivo que necesitan las personas que participan en un deporte que implique caídas, contactos corporales, etc, como en el boxeo o las artes marciales.
Quedan incluidos deportes como fútbol, baloncesto, rugby, hockey, patinetes, gimnasia, ciclismo de montaña o cualquier otra actividad que pueda producir lesiones en la boca. Estos dispositivos normalmente cubren los dientes superiores y están diseñados para prevenir fractura de los dientes, heridas o mordidas en los labios y otros daños en la boca. Si utiliza ortodoncia o prótesis u otros dispositivos dentales fijos (como puentes) en el maxilar inferior su odontólogo puede sugerir, también, un protector bucal para esos dientes.
No importa qué tipo de protector seleccione pero sí deberá ser elástico, resistente y cómodo de usar. Deberá también adaptarse correctamente y no restringir el habla o la respiración. Los tipos de protectores bucales son:
Protectores a medida: Se diseñan a medida y se confeccionan en la clínica de su odontólogo o en un laboratorio dental profesional. Generalmente son más cómodos y lo protegen mejor. Su odontólogo toma las impresiones de sus dientes y luego construye el protector sobre ese modelo. La mayoría de los deportistas prefieren los protectores a medida porque encajan mejor y son más cómodos de usar.
Protectores del tipo hervir y morder: Vienen preformados, luego se hierven para calentar el plástico y, por último, se muerden para amoldarlos a la boca del paciente. Se adquieren en las buenas tiendas de artículos deportivos, y se ajustan mejor que los protectores comunes. Siga las instrucciones cuidadosamente y logrará un protector con buena adaptación a su boca.
Protectores bucales comunes: No son costosos, vienen preformados y listos para ser usados. Lamentablemente, con frecuencia, no se adaptan de modo correcto. Pueden resultar demasiado voluminosos y dificultar la respiración y el habla.
Lo ideal sería reemplazarlo una vez por año, porque con el transcurso del tiempo se gastan y dejan de ser eficaces. El reemplazo es esencial en el caso de los adolescentes porque la boca y los dientes continúan su desarrollo hasta la edad adulta. Un gran número de deportistas en diferentes deportes cambian sus protectores bucales cada 6 meses cuando acuden al odontólogo por su revisión periódica.
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